EDICION CONMEMORATIVA
H. AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DEL MUNICIPIO DE CITLALTEPEC.
Una sociedad más educada, consciente de sus valores culturales, es también más responsable, por ello nuestra intención es fortalecer la inquietud de quienes la integran para mantener vigente el conocimiento en relación a nuestro Pueblo.
En el momento histórico que vivimos es apremiante reencontrar la ruta de nuestras remembranzas y con nosotros mismos, es preciso superar las circunstancias para justificar nuestro paso y nuestra presencia; por tal razón, con esta breve obra de nuestra localidad, tratamos de mantener esa llama sobre la conciencia de quienes compartimos el terruño, el pan y la palabra amable.
La Educación y la Cultura son las vías para fortalecer nuestra identidad, preservar los valores y garantizar nuestro bienestar social. Deseamos que de alguna manera, el esfuerzo que realizamos contribuya a establecer ese vínculo que conjuga todos nuestros intereses y nuestros valores; si es así, nuestro esfuerzo se verá compensado.
C. ANGEL VARGAS AGUILAR.
C O L A B O R A D O R E S:
POR EL COMITÉ MUNICIPAL DE EDUCACION:
PROFR.: Arturo Castillo Tristán.
POR EL COMITÉ CIVICO-CULTURAL MUNICIPAL:
PROFR.: Martín Neri Del Ángel.
BIEN MERECES CITLALTEPEC.
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1. Bien mereces, Citlaltépec,
que con fiestas te festejan,
con luces multicolores,
con explosivos cohetes,
con el gesto siempre grato
bien mereces, Citlaltépec.
2. Desde Otontepec, la Sierra,
te divisas como joya,
y es la aurora quien inquieta
fragante te emperifolla
y se deshace coqueta
cantarina y policroma.
3. Eres Cerro de la Estrella,
astro en la comba del cielo,
y es tu campiña tan bella;
cerros de verde consuelo,
tierra buena, labrantía,
tierra llana del potrero.
Aquí quedó el mediodía,
bordado entre el arroyuelo.
4. Rodeado de verde fronda,
te desvives a la brisa,
y el ave de voz canora
canta a la vida precisa;
Aquí la gente del pueblo,
no escatima una sonrisa.
5. Tu parroquia es el escudo
de la fe que garantiza,
el rumor de lo sublime,
el amor sencillo y puro
y el alto honor de la vida
que prevalece seguro.
bien mereces, Citlaltépec,
un arcángel tan fecundo.
6. Allá el Cerro de la Cruz,
vigila tu porvenir,
el Corpus Christy es la luz
desde Mayo hasta Abril,
el nos demuestra a Jesús,
nuestro patriarca gentil
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7. Aquí a diario el tordo canta,
y allá en tus localidades,
nuestro pueblo se levanta
al ruido de los papanes,
somos ave, voz y planta
que vierten inmensidades,
porque hay bienaventuranza
y la paz de los hogares.
8. En la noche, el alboroto,
cuando el toro irrumpe alegre
viene plantado en el dorso
del joven, que a diez arremete
con el iris que a su antojo
derrama sobre la vía,
mientras que la Banda alegre
entona una melodía,
y la calle se revuelve
con gracia y galantería.
bien mereces, Citlaltépec,
fiestas con algarabía.
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TESTIMONIO.
De varias constancias referentes del pueblo de San Nicolás Zitlaltepeque, de la comunidad de Ozuluama, Edo. de Ver. expedido del archivo general y público de la nación.
México, Mayo de 1890.
Yo Don Juan de Mendoza, Virrey é gobernador y capitán general por su majestad en esta Nueva España, Presidente de la Audiencia é Chancillería que en ella reside, etc., por cuanto Pablo Tepemazateutle, natural de la estancia de Zitlaltepeque é cacique de la misma, me ha fecho relación diciendo que él tiene é posee tierras estancias suyas que unas están pobladas por sus abuelos desde la gentilidad con bastante número de maceguales y que él ha poblado otros é que tiene por poblar otros dentro de sus mismos términos en servicio de su majestad, é que para los que hacen congregación con buena policía y que para los tener con buenos títulos me pedía a venía é merced dos sitios de estancia para ganado mayor y uno de menor dentro de sus tierras uno en pos de otro en los pagos que dice, Tlalmantitla, que es cerca de una laguneta no permanente. Topepatlachicometla que es cerca de un arroyo corriente y Sabaneta que dice Pauiutltliahuall, que son entre unos arroyos que nacen al bajar de un cerro que dicen Zitlaltepeque y por donde están derramados los maceguales, lo cual por mi mandato é comisión fue a ver é vido Domingo Ruiz Teniente de Alcalde Mayor de Pánuco en Tlamiaguatle é habiendo fecho las deligencias o averiguaciones necesarias conforme a lo que se le mandó, declaró y dio por parecer jurado estar sin ningún perjuicio para podérsele hacer merced a ello, por ser en sus mismas tierras é dentro de sus términos é que las train desde sus gentilidad. Atento a lo susodicho, en nombre de su majestad y sin perjuicio de su derecho ni de otro tercero alguno, concedo licencia para hacer la junta é congregación al dicho Pablo Tepemazateutle y adecaciques naturales de la estancia de Zitlaltepeque de tres sitios de estancia: Dos de Mayor é uno de Menor. Uno de Mayor para su formal Congregación y otro de Mayor y el Menor para sus labranzas ejidales y pastos comunales con cargo é condición que dentro de un año primero siguiente, se junten en el pago (información no disponible) Tepepatlachoco é Trecho de Tlalmantitla y de los demás lo usen como mejor les convenga é que estas estancias no las ha de poder vender, trocar ni enajenar ni agora ni en ningúnn tiempo é mundo de que los asientos de que dichos sitios se ficieren sea a medida de otros y si hibiere a su linde sin dejar huecos en medio se midan é amojonen y cumpliendo lo susodicho é guardando las ordenanzas que acerca de ello están ellos, que es la de ganado mayor 3 mil pesos de marca de a 5 tercios y 2 mil al de menor. Y dichos sitios sean de los naturales y de sus subcesores desde agora y para siempre jamás é de la posición que tomaron mando no sean despojados sin ser oídos é por fuero y derecho vencidos ante quien é con derecho deba.
Fecho en la Nueva España a veinte de Marzo de mil é quinientos treinta y ocho.
DON ANTONIO DE MENDOZA.
C A R A T U L A.
Año de 1790 Número 7 – Títulos primordiales de San Nicolás Zitlaltepeque - Huejutla – Un sello que dice: Carulos cuarto CD.C. Hispanuarum Rex. – Una cruz – Un cuartillo sello cuatro, un cuartillo. Año de mil setecientos noventa y uno. Vale para el reinado del señor Don Carlos Cuarto – Una rubrica - …………………..............................
En el pueblo y cabecera de Huejutla en diez y siete días del mes de mayo de mil setecientos noventa y dos, ante mí Pedro de Cabezas, juez ordinario subdelegado provisto de este partido por el señor intendente de México que actúo como rector son testigos de asistencia por no haber escribano alguno en términos que asigno el derecho de que doy fé…………………………………………………...............................................
Compareció el Bachiller Don M. José de la Paz. – Jura – por su majestad y juez edesiástico del partido de Yaguálica y dijo que ha recibido de los indios de Tamalintejo de la doctrina de Tantima en jurisdicción de Pánuco y Tampico, la cantidad de 400 pesos en moneda corriente de cuño mexicano, contados a satisfacción perteneciente a la Parroquia de San Sebastián de México, cuya cantidad reconocían los referidos indios juntos con los de Tantima y San Nicolás Zitlaltepeque que, conviene saber: 400 a los de San Nicolás Zitlaltepeque y 800 a los de Tantima que por todos hacen 1600 pesos, transfiriéndoles de esta manera el dominio de las tierras de que son proporcioneros los indios referidos. Declarando, quedan dichos indios libres de gravamen y dueños de las mencionadas tierras en compañía de los de Tantima y de San Nicolás Zitlaltepeque como consta de la escritura de retención, a que se remite y así los otorgo y firmo conmigo los testigos de mi asistencia siendo los instrumentales:
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DON JOSE MARIA SAVALA.
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ADMINISTRADOR DE ALCABALES.
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DON FRANCISCO MELO.
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ADMINISTRADOR DE CORREOS.
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DON IGNACIO GRANADINA.
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VECINO DE ESTA COMUNIDAD.
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DOY FE: PEDRO CABEZAS – Rúbricas – BACHILLER: Mariano José de la Paz y asistentes.
Huejutla, año mil setecientos noventa y cuatro y noventa y cinco.
NOTA: Aproximadamente a principios de 1700 los naturales reconocían a la parroquia de San Sebastián de la Cd. De México, como dueña de dos sitios y un potrero para ganado mayor que contaban con 200 yeguas de vientre, 10 vacas, 24 potros y potrancas de dos años y un burro. Dichos terrenos fueron vendidos en la cantidad de 1600 pesos a los de Tamalíncoyol¸ Tantima y San Nicolás Zitlaltepeque, teniendo estos que pagar réditos anuales de 80 pesos los cuales habían de pagar de la siguiente manera: $20 los de San Nicolás, $20 los de Tamalín y $40 los de Tantima. Estos intereses posteriormente fueron condonados porque los indios eran muy pobres y lo calamitoso de los años; pagando únicamente la cantidad establecida por los sitios y por el ganado, correspondiéndoles, $400 a Tamalín, $800 a Tantima y $400 a los de San Nicolás Zitlaltepeque, compromiso que los tres cumplieron.
CITLALTEPEC.
ASPECTOS FISICOS:
El municipio de Citlaltépec, se localiza en la falda de la Sierra de Otontepec, al Norte del Estado de Veracruz y se ubica entre los paralelos 21º 19’ 43’’ de latitud Norte, 01º 15’ 17’’ de longitud este de México y a 270 mts. sobre el nivel del mar.
Sus límites son: con el municipio de Ozuluama y Tantima al Norte, con Tantima y Tamalín al Este, con Chontla e Ixcatepec al Oeste con Tepetzintla y al Sur con Tancoco.
La extensión territorial con que cuenta el municipio es de 111.04 Km2 y lo forman 16 comunidades aproximadamente.
Dentro del municipio se prolonga la de Huayacocotla-Chicontepec que es una ramificación de origen volcánico de la Sierra Madre Oriental y que recibe el nombre de Otontepec. La altitud máxima de esta sierra es de 900 m.s.n.m.
Este municipio es regado por el arroyo Citlaltépec que baja de la sierra de Otontepec y vierte sus aguas en la laguna de Tamiahua, dicho arroyo pasa por la comunidad de Ciruelar en donde recibe el nombre de Tanquián.
ASPECTOS HISTORICOS:
El nombre de Citlaltépec proviene del náhuatl que significa “En el Cerro de la Estrella”. Es población huasteca, donde los mexicas establecieron un enclave militar para mantener sometida a la región. En 1538 la gobernaba el cacique Pablo Tepemazateutle. Posteriormente fue hacienda de la jurisdicción de Tantima, y por decreto No. 38 del 6 de Junio de 1872, se creó el municipio de San Nicolás Citlaltépec, señalándose 600 varas por cada punto cardinal para fundo legal de la cabecera. El decreto del 5 de Noviembre de 1932 suprimió el nombre de San Nicolás, quedando únicamente Citlaltépec.
EDUCACION:
En el Municipio existe una población estudiantil aproximadamente de 3000 alumnos distribuidos en 14 escuelas de preescolar, 18 de educación primaria, una secundaria federal y una escuela de Bachilleres atendidos por más de 96 maestros. Cabe hacer notar también que en esta cabecera municipal existe una inspección escolar de Educación Indígena.
Todo este marco educativo, se ha visto respaldado por la reciente instalación de una Biblioteca Pública en la cabecera municipal que lógicamente incrementará la cultura en la población.
COMUNICACIÓN:
Este Municipio está comunicado con Cd. Naranjos a través de 21 Kms. De carretera en perfectas condiciones. Existe una caseta telefónica y una Administración de Correos inaugurada el 4 del presente mes y año; con el marco tradicional de la fiesta anual de “CORPUS CHRISTI-88”.
DESARROLLO POLITICO:
El municipio de Citlaltépec, pertenece al Distrito electoral federal No. 1, cuya cabecera es Tantoyuca y el Distrito electoral No. 2 con sede en Chicontepec, actualmente vive una etapa de apertura democrática, al tener varios partidos opositores al mayoritario, destacándose entre ellos, el Partido de Acción Nacional y el Partido Demócrata Mexicano, este desarrollo político ha contribuido a fortalecer más la ideología de sus habitantes en bien del progreso de este municipio.
Los sectores más importantes son: campesino y popular, los grupos predominantes son: La Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad y el Comité Regional Campesino.
DESARROLLO SOCIOECONMICO:
POBLACION.- Para el año 1982, el Mpio. contaba con una población de 12,759 habitantes. Se estima seis años después aproximadamente hay 19,000 habitantes, de los cuales el 50% se encuentra en la cabecera municipal, el otro 50% se encuentra dispersa entre las comunidades.
EMPLEO.- La mayor parte de la población se dedica a la Agricultura y en menor escala a la ganadería, el resto de la población se emplea en las labores comerciales, artesanales y una mínima parte la integran los profesionales.
SALUD Y SEGURIDAD SOCIAL:
En relación a este aspecto, existen marcadas deficiencias en cuanto a dotación de equipo médico. Sin embargo, se cuenta con un Centro de Salud, siete consultorios de Médicos generales y un odontólogo. Las enfermedades más frecuentes son: Gastroenteritis, parasitosis intestinal, amibiasis y traumatismos.
El estado nutricional de los habitantes no es aceptable, ya que la dieta está fundamentada básicamente por frijol, arroz, chile y maíz, frutas y hortalizas de la región; siendo de menor consumo la carne, la leche y sus derivados.
FLORA Y FAUNA:
Citlaltépec, cuenta con 2,100 hectáreas de bosques, los cuales han estado explotados irracionalmente por los habitantes de la región. Esta zona ecológica cuenta con cedros, encinos, chalaguites, chacas, álamos, cafetos, durazneros, otatales, etc. Los recursos animales son: tejones, ardillas, tlacuaches, conejos, tuzas, coyotes, víboras, armadillos y una gran variedad de animales domésticos.
MITOS O LEYENDAS.
Uno de los componentes que han modelado la historia de nuestra cultura, son sin duda los mitos o leyendas, que ofrecen un atractivo suficiente para satisfacer nuestros deseos de saber. Estos mitos responden a una necesidad básica del hombre, que se manifiesta en distintas épocas, lugares y culturas.
“El país que no tenga leyendas está condenado a morir frío”. Es posible, pero el pueblo que no tenga mitos está ya muerto… La función de las leyendas es relatar los sucesos tradicionales o maravillosos de una comunidad; estas leyendas incluyen fantasía, ideología y muchos otros valores de los habitantes. Estas deben contar con tres aspectos que le den propiamente esa función, que son: hechos, interpretación vigencia.
ACONTINUACION, ALGUNAS LEYENDAS PROPIAS DEL MUNICIPIO Y DE LA REGION.
“LAS TEPAS”
(Leyenda Local)
Los Abuelos cuentan que en la Sierra cercana al pueblo hay espíritus del viento, se ha ido remontando ahí para cuidar todas las cosas que existen.
Antes, en nuestra comunidad, por el lado poniente había un terreno poblado de árboles y monte diverso a donde nadie se aventuraba a internarse, solamente aquéllos que iban a ofrendar comida a los espíritus del aire que allí habitaban; a los que la gente les llamaba Tepas. Ese lugar se conocía como “El paraje de las Tepas”. Dicen que ahí moraba en forma de viento y que en ocasiones, cuando algún curioso, merodeaba ese sitio, ellas, le ponían una enfermedad en el cuerpo, con más razón si tenían malos pensamientos. A veces, los espíritus salían y aquellas personas de conducta mala que se atravesaban en su camino, también resultaban enfermas.
Cuando esto sucedía, las personas atacadas por un mal, acudían con el curandero del pueblo, quien atribuía el mal a la falta de conciencia y a Las Tepas. Las curaciones se iniciaban con una penitencia de nueve días que hacía el curandero. Posteriormente la familia del enfermo debía de ofrecer una comida que consistía en; hacer un tamal muy grande, dentro del cual iba un pollo entero (únicamente le quitaban las plumas y las vísceras que las ponían aparte en una bolsita). El ave tenía que ser de color negro para que surtiera efecto. A parte del tamal cocido, preparaban tamalitos, calabazas, chayotes y plátanos hervidos, camote de perrito, malango y atole y tortillas, llevaban a la vez, una botella grande bien llena de aguardiente y catorce botellitas con el mismo licor. Todo esto, acompañado de un tepalcate con brazas donde quemaban copal.
La botella grande era para el curandero, iba adornada por siete collarcitos con siete flores cada una y siete pares de hojitas de naranjo con una florecita en medio. Las 14 botellitas también iban adornadas con cinco collarcitos de siete flores y cinco hojitas de naranjo con flores.
Se preparaban además 14 bolitas de masa con manteca y piloncillo, que formaban parte de la ofrenda.
Con todas estas cosas, el curandero junto con el enfermo y sus familiares se iban a un claro del Paraje, ahí ponían la comida, mientras se rociaba con aguardiente a los alrededores, después de esto, el curandero imploraba a Las Tepas; “Libre al enfermo, déjelo en paz, quítele las penas, que no le pongan trampas, líbrelo de los bejucos y las culebras del camino y de todos los males”… Después se hacía un silencio como de tres minutos, mientras Las Tepas venían a comer, agradeciendo al final la ayuda;… “Ya cumplimos, ya comimos lo que sobró”.
Terminando el agradecimiento el curandero agarraba unas ramas de mohuite y barría (rameaba) a los presentes para librarlos de todo mal. Si a causa de la enfermedad el enfermo no podía asistir, se le llevaba un poquito de todo lo ofrendado…………………………………………………………..........................................
Ahora, el Paraje de Las Tepas, ya no existe, se cayeron los árboles y por allí pasa parte del arroyo; pero ellas están en la sierra. Allá cuidan los tesoros y viven en un lugar encantado. Dice la gente del pueblo que aquellos que son buenos pueden verlo, ¡Que es un lugar bellísimo! Lleno de árboles muy grandes, cuevas, flores multicolores, pájaros y toda clase de frutas; fruta tierna, cocoya y madura. Toda ella de grandes proporciones. Cuando se está ahí uno puede comer cuanto quiera; pero no debe cargar con nada; porque si se hace, las nubes bajan y se oscurece, empieza a llover y la gente se pierde.
Las Tepas viven el la sierra. Ellas cuidan los hongos, los quelites y las florecitas silvestres. Espantan a la gente mala. Dicen que aquellos de buen corazón, después de ayunar varios días, las ven. Las Tepas son blancas, blanquísimas y con apariencia de mujer.
Algunas personas del pueblo, todavía les hacen ofrendas. Van a la Sierra, allá donde sale el viento. Llevan aguardiente, comida y música de violín. Ellas las respetan.
Las Tepas son blancas, blanquísimas y con apariencia de mujer. Ellas cuidan los tesoros de la sierra, ellas, viven allá……………………………...................................
FIN.
WEY MONTEZO.
(Leyenda huasteca)
Wey Montezo era un ser sobrenatural en el que creían los huastecos. También se llamaba Montezo Telcitini que quiere decir; Montezo el Trabajador.
Este personaje vivía en le mar, y no se le podía ver pues si esto sucediera, caerían sobre los hombres muchas desgracias; habría terremotos y terminaría el mundo.
Cuenta la leyenda, que en la antigüedad, este ser extraordinario, vino a la tierra de noche, con el propósito de fundar una gran ciudad en el centro del mundo.
Llegó al pueblo de Ixcatepec e inmediatamente se puso a construir un templo; pero cuando iba a la mitad, se dio cuenta de que éste no era el sitio adecuado. Se marchó a Tantoyuca donde comenzó a levantar otro santuario; pero como ese lugar tampoco era el indicado, se fue a Huejutla.
En este pueblo realizó un gran prodigio… ¡Construyó un templo en el agua!, razón por el cual, éste, a veces se movía. Entonces era necesario matar un guajolote para darle de comer y así dejará de moverse… finalmente emigró y llegó a México, donde después de hacer varias mediciones comprobó que era el centro del mundo, por lo cual, sin perder tiempo fundó una gran cuidad...………………………………………….
FIN.
LA HISTORIA DE SAN GERONIMO.
San Gerónimo era un pueblo grande, enclavado en la sierra. Allí vivía gente buena; pero sus autoridades eran muy exigentes, eso cuentan los abuelos cuando recuerdan aquellos tiempos. Dicen que los encargados de aquella población. Obligaban a sus habitantes a hacer reverencia cuando pasaban por la casa grande; a la que consideraban un lugar sagrado, por encontrarse ahí los poderes. Tal reverencia consistía en quitarse el sombrero y arrodillarse. Quienes no cumplían con esa orden, inmediatamente los agarraban y les aplicaban un castigo que consistía en ponerles un cepo por determinados días, una vez hecha la tortura, se les aplicaba una arroba de disciplina por la espalda para que escarmentaran.
Cierta vez, pasó por ahí un desconocido que no sabía lo que tenía que hacer (porque ignoraba esa norma). Nadie sabía de donde venía ni de donde era, y como no cumplió con lo establecido, los encargados procedieron inmediatamente, azotándole la espalda hasta que el pobre no pudo levantarse. Así permaneció tirado un buen rato y cuando se recuperó un poco se fue a refugiar a una casa y los caseros lo atendieron hasta que sano… Al ausentarse, les dijo que buscaran otro lugar para fundar un nuevo poblado ya que la gente se iba a morir por lo que le habían hecho. Ese señor sabía de artes malas y valiéndose de ellas, le puso una sustancia al agua de manantial y regó ciertos polvos por el pueblo. A los pocos días la gente empezó a morir. Les salían granos en todo el cuerpo. El agua les hacía daño… Mientras esto sucedía la enorme campana de la Iglesia repicaba y repicaba sin cesar y la gente se atemorizaba más; porque no se veía a nadie que la tocará.
¡Ya quedaban pocas personas con vida!... Cuando otro hombre se dio cuenta de la situación y acudió para ver en que ayudaba. También él, sabía de hechicerías y se dio cuenta que alguien había hechado esos males y decidió investigar. Cuenta la gente que este señor, descubrió un hilito como de seda que pendía de la campana y se descolgó por él, yendo a parar hasta el cerro en donde se encontraba el primer señor.
Este al verse descubierto adoptó la forma de un animal, haciendo lo mismo el segundo señor que investigaba lo anduvo correteando por el monte hasta que lo atrapó. Hecho esto; le preguntó el por que hacía tanto mal a la gente. El señor le contó que las autoridades le habían hecho y que eso era la causa de su venganza… Al final el hombre aquel que había causado tanto daño, decidió dejar ya en paz a esa comunidad…………………………………………………………………………
FIN.
LA PLAZA DE SAN NICOLAS.
El domingo es día de plaza en San Nicolás, la gente de las rancherías acude muy temprano. Vienen a pie, en camionetas o en autobuses, aunque algunos todavía llegan a caballo o en burro. Ellos vienen a comprar su mandado para la semana o a arreglar algún asunto en la Presidencia Municipal. Llegan limpiecitos de ropas y de cuerpo. La mayoría viene por las cosas que necesita para su familia durante la semana; aunque algunos vienen por costumbre.
Este día desde temprano se alegra el pueblo. Antes de la seis de la mañana ya están repicando las campanas de la iglesia, mientras las personas acarrean sus cosas para al venta y arreglan sus tejavanas.
Sobre la principal calle del pueblo, los comerciantes disponen sus templetes, auxiliándose de algún catre, una mesa o unos otates sobre los cuales ponen sus mercancías. Vienen vendedores de Naranjos, de Chinampa, de Ixcatepec y de Chontla y también de Tamalín, se ponen los puestos de abarrotes, carnes, quesos, ropa, calzado y comidas. El maíz se vende por cuartillos y por litros de frijol y el chile seco, hacen manojos de cilantro, nopales y jacubes; los coyoles, el ajonjolí y el camote lo venden por medidas. ¡De todo hay en el tianguis!...
A eso de las diez de la mañana hay mucha gente, se ven algunos almorzando zacahuil, otros tomando atole y comiendo tamales de res, de puerco o de gallina. La gente va y viene por la plaza, preguntando precios, buscando y comprando encargos. Otros a las cantinas van a parar, gastando lo del mandado; ¡Que mal esta eso!... Las calles se nutren con olores de las frutas, los gritos de los comerciantes que “dizque” ofrecen las ofertas. Se advierte un colorido y una alegría natural del conglomerado, de la Presidencia hacia el sur por la calle Principal (su nombre), de la Presidencia hacia el norte por la calle Vicente Guerrero (su nombre) y la Plaza Cívica de las Américas; otra belleza singular de Citlaltépec, también en la Galera Pública se moviliza la gente; porque ahí se vende la ropa y otras cosas más.
Existen muchos espacios y todos esta parejito. El pavimento está muy reciente. Hay mucha limpieza y ya no se levanta polvo, ni se hace lodo. Antes cuando llovía, no se podía andar con facilidad el día del Tianguis. Los zapatos se nos quedaban entre el lodo… (Mucha gente renegaba y le hechaba a la autoridad) y ahora, ¿Qué dirán?... La ropa se nos ensuciaba y a veces pocos comerciantes venían…
Ahora es diferente. La Plaza ha crecido y los que nos visitan se expresan muy bien de este pueblo progresista,… Es que ya se tiene la calle pavimentada.
El domingo hay Plaza en Citlaltépec. Se escucha el redoblar de las campanas que llama a Misa a los feligreses. Los gritos de los comerciantes y el barullo natural de los transeúntes bajo la transparencia del día, se ven transcurrir las horas y por ende los autobuses y coches de sitio, dando el servicio no se dan abasto.
SAN NICOLAS DE TOLENTINO.
Este santo recibió su nombre de la ciudad en que vivió durante toda su vida, y también en ella murió. Nació en San Angelo, Italia en el año 1245. Sus padres formaban un matrimonio feliz; pero cuando ambos pasaron de la edad madura, se entristecieron al ver que se aproximaba la vejez y no habían tenido hijos. Ambos pidieron fervorosamente al cielo que les concediera esa bendición. He hicieron peregrinaciones al santuario de San Nicolás en donde se encontraba el cuerpo del Obispo. A su debido tiempo vino al mundo un niño que recibió el nombre de su patrono. Desde niño emprendía largas caminatas para entregarse a la oración en una cueva cercana a la ciudad de San Angelo. A edad muy temprana recibió las órdenes menores. Sucedió que un día orando vio a CRISTO Nuestro Señor con los ojos corporales, y al mismo tiempo oyó predicar a uno de los frailes sobre el tema — “No ameis al mundo, ni las cosas que están en el mundo”… “El mundo pasará”. Aquel sermón motivo a Nicolás y determinó tomar el hábito de San Agustín; y fue espejo de los religiosos en todas las virtudes. Hizo su noviciado bajo la dirección del mismo predicador y poco antes de cumplir sus 18 años, hizo su profesión.
El primer milagro que realizó Nicolás, fue cuando puso la mano sobre la cabeza a un niño enfermo y le dijo: “El buen Dios te curará”, ahí mismo y al momento quedo curado el niño.
Alrededor del año 1270 (a los 25 años) fue ordenado Sacerdote en Cignoli y en esa ciudad llegó a ser famoso por las muchas maravillas que obraba, sobre todo por habérsele devuelto la vista a una mujer ciega.
Más tarde, sus superiores lo enviaron a Tolentino y ahí se quedo durante 30 años. La ciudad de Tolentino había sufrido en la lucha (discordias, fanatismo, división y prosperidad para el crimen y el mal) y que era urgente emprender una campaña de moralización. A este trabajo se entregó Nicolás en cuerpo y alma. Inmediatamente obtuvo un éxito rotundo y clamoroso. También se pasaba días enteros en el confesionario. A diario recorría los barrios pobres de Tolentino para consolar a los moribundos. Visitar y atender a los enfermos y algunas veces los curaba milagrosamente. Vigilaba la conducta de los niños y llamaba a los pecadores. 30 años estuvo en el convento de Tolentino sin comer carne, ni huevos, ni pescado, ni leche, ni aún manzanas. Cierta ocasión, le ofrecieron un caldo de palomas y como no podía comer carne, se entristeció y lloró amargamente antes de comérselo; pero al darles la bendición les devolvió la vida y les dio libertad.
Cierta noche le pareció que la Virgen María le hablaba para recomendarle que pidiese un pedazo de pan remojado en agua y lo comiese para recuperar la salud, ya que se encontraba muy enfermo. Desde entonces San Nicolás acostumbraba como señal de agradecimiento, bendecir trozos de pan y darlos a los enfermos. Murió el 10 de Septiembre de 1305, es decir de 60 años. Sus últimas palabras fueron: “Mis amados hermanos, mi conciencia no me reprocha nada, pero no por eso me siento justificado”…
FIN.
Informacion capturada de la copia fotostatica que nos fue
proporcionada por uno de los colaboradores para
la realización de la misa.
